Cinco centímetros por segundo

"Escuché que son 5 centímetros por segundo, la velocidad a la que caen los pétalos de los cerezos”. Akari-chan siempre me contaba cosas como esa, su mente a pesar de ser la de una niña de 13 años, estaba al nivel de un adulto. La conocí cuando aún íbamos en 6to de primaria, la habían transferido a mi escuela debido al trabajo de sus padres, igual que yo…

A 5 centímetros por segundo caen los pétalos de un árbol, así como las personas que comienzan juntas, las flores comienzan juntas con el árbol, pero luego al igual que los pétalos las personas se van separando y toman caminos diferentes.

5 centímetros por segundo es una historia simple, sensible, rosa, pero sobre todo, melancolica, (roronoakarlos dirá que demasiado) aunque que no destaca por ser una historia profunda, sino por la manera en la que se cuenta, y las grandes secuencias que logra el director, dividiéndolo por capítulos de la vida del protagonista y desde varias perspectivas. Dura una hora, más que suficiente, ya que son historias cortas llenas de emociones y quizás más extensión podría llegar a aburrir. El poco tiempo no impide que pueda transmitir tanto en tan poco tiempo. Pero sobre todo lo que impacta es el impecable apartado técnico.

Nombre original: Byōsoku Go Senchimētoru
Estudio de animación: CoMix Wave Inc.
Duración: 63 minutos
Fecha de publicación: 3 de marzo de 2007 (Japón)
Género: Romance, Drama
Director: Makoto Shinkai

La película se centra en la vida de Takaki Tono en tres capítulos diferentes de su vida que muestran sentimientos y perspectivas diferentes, desde que es joven en la escuela primaria, pasando por su adolescencia, hasta el capítulo final en el que ha terminado sus estudios y se ha independizado.

En aquel entonces éramos pequeños y enfermizos, así que preferíamos la biblioteca al patio. Naturalmente nos volvimos cercanos por eso, por lo que éramos molestados por nuestros compañeros de clase.

Capítulo 1 – Extracto de Flor de Cerezo

La historia se inicia en Japón en 1990, donde Takaki Tono y Akari Shinohara son los dos protagonistas de este primer capítulo. Son dos niños con una amistad muy especial, que congeniaron desde el primer día en el que se conocieron. Al terminar primaria, ambos se mudan (Akari a Tochigi por el trabajo de sus padres, y Takaki a estudiar a Tokyo) y, aunque viven en lugares diferentes, se envían cartas constantemente, esperando que algún día vuelvan a verse.

Takaki consigue verla una fría noche nevada en la que comprende la cruda realidad…

Capítulo 2 – Cosmonauta

Takaki ya está en 3º de secundaria en Tanegashima , y junto a él aparece una nueva protagonista, su compañera de clase Kanae Sumita, que está profundamente enamorada de él pero no tiene el valor de confesárselo. Kanae lo intenta, es incapaz de declararse , asumiendo que nunca podrá alcanzar a Takaki, quien siempre está con la mirada perdida, escribiendo con el móvil.

Capítulo 3 – 5 centímetros por segundo

Es el año 2008 y tanto Takaki y Akari han tomado caminos diferentes. Takaki, por mas que lo ha intentado con otras relaciones, no ha consigue rehacer su vida, sigue inmerso en su mundo de fantasía, recordando tiempos pasados y arrepintiéndose por no haberse confesado.

Animación

La belleza de los fondos y animaciones de 5 centímetros por segundo son el punto fuerte de la película, a eso nos tiene acostumbrados el genio Makoto Shinkai. Es casi increíble el gran realismo que consigue en sus películas, siempre con un detalle que impresiona.

La luz, las tomas, las secuencias, la música, todo perfectamente acoplado para deleitarnos la vista, oídos y dejarnos llevar.

La banda sonora está compuesta por Atsushi Shirakima, como todas las bandas sonoras de las películas de Makoto. Son capaces de transmitir los sentimientos de cada situación, el toque perfecto para que te salte la lagrimilla en los momentos más duros.

También es importante resaltar el tema One More Time, One More Chance de Masayoshi Yamazaki, que es el tema principal de la película y el cual escuchamos en varias escenas a lo largo de la película en diferentes acordes e instrumentales.

La moraleja es clara, nunca hay que ocultar los sentimientos, en el futuro puede ser demasiado tarde

“Ayer, tuve un sueño. Un sueño que he tenido desde hace mucho tiempo. En ese sueño, aun no habíamos cumplido los 13. Nos encontrábamos en un campo extenso, cubiertos completamente por la nieve. Las luces de las casas se extendían más allá del alcance de la vista, una imagen deslumbrante. Caminamos sobre la densa capa de nieve, sin dejar ninguna huella. Y así, algún día, podremos volver a ver los cerezos juntos otra vez, ambos, sin lugar a dudas, era lo que pensábamos.”