Un cliché de película de ciencia ficción que ésta vez nos es contada de un modo ligero, sin destrucción de galaxias ni explosión del mundo, es más, aquí se puede viajar atrás en el tiempo por mero divertimento. El cliché es usado en esta ocasión para contar un drama.
La chica que saltaba a través del tiempo (Toki wo Kakeru Shoujo) es una película dirigida por Mamoru Hosoda y producida por Madhouse.
¿De qué va?
Makoto Konno , es una estudiante normal, cuyo pasatiempo favorito es jugar béisbol con sus mejores amigos, Chiaki Mamiya y Kousuke Tsuda. Un día las cosas cambian para ella cuando tras un incidente en el laboratorio escolar y un accidente en un crucero de tren, descubre que puede volver atrás en el tiempo. Sin preguntarse ¿cómo o por qué?, como buena adolescente que es, comienza a utilizar esta habilidad en su propio beneficio, nada de conquistar el mundo o robar joyerías, Makoto gasta su habilidad en cosas triviales como pasar horas en un karaoke o comer sus platillos favoritos una y otra vez.
De inicio parece una película sobre adolescentes. Sin embargo, eso no es lo que Hosoda intenta contar con esta historia. Habla de las consecuencias, de un hipotético equilibrio que se rompe. De un juego mucho más peligroso de lo que parece. Es una reflexión ética sobre las dos caras de los viajes en el tiempo; la posibilidad de manipular sin control y, por ello mismo, de desencadenar un suceso demasiado grave. Golpea con la dura realidad. Por mucho que se pueda anticipar el futuro, nunca se llegará a conocer del todo el motor de las relaciones humanas. Nada es predecible, no existe una fórmula matemática para manipular los sentimientos y los actos de los demás, y Makoto lo descubre de la forma más cruda. El punto atrayente de la película es el misterio que ronda alrededor de Chiaki, ya que es del único personaje que no sabemos mucho. Es más, hasta el final no sabemos como se conocieron él y Makoto, cómo se hicierón amigos, y es entre ellos que surge el drama que da sustento a la historia. Protagonistas de lo que he llamado un triple final, uno que ocurrió, uno que no ocurrió, y uno que ocurrirá... Quizá.
El apartado técnico no es algo que deslumbre. Con una animación sencilla, que no mala, es suficiente para la historia.
La banda sonora está compuesta por Kiyoshi Yoshida , no es demasiado variada en cuanto a número de pistas, pero todos sus temas son tranquilos y, en su mayoría,contienen una melodía a piano.
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